Reflexión

Hay quien es feliz comiendo chocolate, pero se pone triste al ver sus michelines. Hay quien come chocolate y le importan una mierda sus michelines. Yo soy feliz comiendo chocolate, y si un día hay que descojonarse viendo mis michelines, me descojonaré, que es mejor un cabronazo que se ríe de sus defectos, que un desgraciado que ríe de los defectos de los demás. 

José Enrique Oti García.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Colibrí adulador (poesía)

Soneto en gallego (poesía)

El árbol caído