Humor
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Capricho (poesía)
Duerme en fiero león el rugido. Duerme en sensible gorrión el candor. Duerme en lecho de risas el valor. Duerme en un cobarde el deshonor. Duerme entre las dudas el sentido. Despierta pena el falso gemido. Despierta deslealtad el vividor. Despierta maledicencia el horror. Despierta la tristeza el desamor. Despierta desconfianza el temido. Sueña el buitre con lo corrompido. Sueña la urraca con el ruiseñor. Sueña el naufrago con el flotador. Seña el traste con lo prohibido. Vive en los mimos el consentido. Vive en la mentira el perdedor. Vive de su cuento el adulador. Vive de días bellos el herido. Muere con nievo el campo florido. Muere con oscuridad el resplandor. Muere con potencia el estallido. Resucita con besos el latido. Resucita con abrazos el amor, Resucita con tesón lo perdido. José Enrique Oti García.
Capricho (poesía)
Como la balsa busca su balsera para en silencio poderla amar. Como el pintor busca lindo lugar en que sus fantasía s pueda plasmar para ser obra imperecedera. Como el río busca la ribera para descansar de su peregrinar. Como la ventisca busca acamar a las bellas margaritas del pinar para vanagloriarse en la era. Como el romero busca romera en la que temores pueda refugiar. Como palomo busca palomar en que vive amada compañera. Como el trigo busca molinera para lograr ser pan de algún hogar. Como la uva bu sca fresco lagar para ser vino y coger solera. Como el gorrión busca primavera para gozar de la flor de su soñar al convertirse en enredadera. así busca el leño la hoguera si las palabras empiezan a sobrar y la mirada es abrazadera. José Enrique Oti García.
Capricho (poesía)
Perla brillante en concha durada. Mar inmenso con olas plateadas. Cáliz con amatistas engastadas. Peine con púas aterciopeladas. Cofre con la decencia encerrada. Arco iris en la noche cerrada. Rocío en mañanas soleadas. Brisa que refrescas ansias quemadas. Ali ento de dichas encantadas. Rayo de sol en era floreada. Calandria en encantada cañada. Cigüeña de caricias perfumadas. Golondrina con alas acolchadas. Águila que reta a la tronada. Azucena en algún pecho tatuada. Rosa en las horas desenfrenadas. Clavelina en plazas desorientadas. Gardenia con savia azucarada. Leona cariñosa y osada. Tigresa en citas apasionadas. Pantera que marca con su mirada. Así es la mujer enamorada. Guarda fantasías en sus quebradas y luz divina en sus hondonadas. José Enrique Oti García.
Capricho (poesía)
Ansias agoreras como gitanas me dejaron ver la perla experta, perla que en una concha incierta podía decirse a ciencia cierta que ensombrecía flores lozanas. Me sobraba todo menos las ganas de dejar abierta su noble puerta. Cundo sonó el grito de reyerta su sedosa piel le dejé cubierta con miles de sensuales filigranas. ¡Cuerpo a cuerpo! ¡Ardían sabanas! Los gemidos ya estaban alerta y deseaban volar por la huerta para revivir pasiones troyanas. Dulces caricias eran escribanas, anotaban la que era despierta porque hacía abrir la compuerta y a la que traía las desganas. Logré ser capitán de capitanas al ver en el navío la cubierta mojada por sus delicias tempranas. Sentí trinar jilgueros. Croar ranas. Luego encontré la gloria abierta al comenzar a repi car campanas. José Enrique Oti García.
Obras inéditas - Fábula - Bastián el pastor alemán
Bastián, un perro Pastor Alemán, era un animal cordial, de esos de buen caminar que a todo el mundo quieren contentar. Y ocurrió que un día de locura dos amigos y una amiga le preguntaron sobre pintura. Al primero que encontró fue a Amador, un perro Labrador. -Bastián. ¿Crees como yo que Goya es el mejor pintor, por sus texturas, por el color.... ¿Crees que es el mejor? ¿Goya?! ¡Una joya! Y el perro semi enterrado el mejor cuadro jamás pintado Al segundo que encontró fue a Andrés, un Gran Danés. -Bastián. ¿Crees cómo yo que Picasso es el maestro de maestros, el pintor que pintó mejor? -¡¿Picasso? ¡Un caso! Y el Guernica la pintura más rica. A la tercera que encontró fue a Rita, una perrita Akita. -Bastián. ¿Crees como yo que Murillo es el más grande de los grandes. El mejor pintor que puso sobre la tierra el Señor. -¿Murillo? ¡Hacía grande lo sencillo! Y la Inmaculada, como esa pintura no hay nada. Al cuarto que encontró fue a Ed
