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Mostrando entradas de febrero, 2020

Capricho (poesía)

Encontráramos un  nido de jilguero   con cuatro huevos y uno se abría,      la miré, picarón, ella sonreía.       Voló la felicidad aquel día   de mayo, maravilloso, hechicero.   Ya teníamos algo en el sendero      aparte de la vil melancolía,   de tod as las noches de agonía      y de la simulada valentía cuando el suplicio fue compañero.  ¡Qué hermos o fue soñar en enero  pensando que el candor envolvía    un amor que no sería agua fría      si llegaba a un desfiladero.  Besos que guardé cómo tesoro     poseían incalculable valía,    era un tesoro que algún día serían parte del amor verdadero.   Y fui el más galante caballero, defensor de honra, con gallardía,   con la gallardía de un torero.  Mas un día nefasto, traicionero,  el puñal de su nueva picardía, clavó en mi amor su frío acero. José Enrique Oti García.

Ayer, amor,

       Ayer, amor, cerré los ojos     y logré acariciar tu suave piel.    Estuve en el jardín del Edén al besar tus labios hechos de miel.     Estuve en un nuevo paraíso,  en un paraíso hecho de gemidos.     Sentí una carroza de fuego   quemando todos mis sentidos,     Sentí el precioso murmullo    de una ola remontando otra ola.      Vi a una encantadora sirena    tocando una mágica caracola.       Escuché dulce música celestial.    Estuve  ¡unos segundos en el cielo.   Escuché el tierno aleteo de un ángel    mientras gozaba de su dulce vuelo. José Enrique.

Cánones de belleza femenina a través de los tiempos

Bellezas poco conocidas

No me busques en ningún sueño

No me busques en ningún sueño, búscame en todas tus fantasías siendo tu esclavo, siendo tu dueño, a tus pies y rindiendo pleitesías. Subiendo por tu talle de locura. Trepando cómo libidinosa babosa que quiere comer  esa verdura de tu deliciosa y perfumada rosa. Verás al ladrón, veras al pirata, y mientras mi boca se desboca, me tenderás un puente de plata  para que mi tacto te vuelva loca Te abrumaran mis serpentinas, Te veras transportada al cielo. serás paloma, serás golondrina gorjeando durante el vuelo. No me busques en ningún sueño, búscame en todas tus fantasías, siendo tu esclavo, siendo tu dueño, a tus pies y rindiendo pleitesías.  Quique.