Las tormentas de verano (poesía
destrozan todo lo sembrado,
como agua se escapa entre
los dedos, lo más preciado.
Se nos cae la noche encima.
Nuestro mundo se derrumba,
mientras escribimos, lentamente,
un nombre sobre una tumba.
El tiempo, sabio cascarrabias,
al paraíso nos devuelve de la mano.
La sonrisa es una blanca paloma.
Luce el sol, vuelve a ser verano.
Nada puede con esa semilla
que aguanta el crudo invierno,
una semilla, que se llama amor,
un amor, amiga, que es eterno.
José Enrique Oti García.
Comentarios
Publicar un comentario