El esposo

Con pasión desbordada
en miles de noches de locura,
quemando a besos la madrugada,
matando con  atrevidas caricias la ternura,
es como mantiene, el esposo, la llama sagrada.
Un esposo, que  en  sus bellos delirios conjura,
al mismísimo diablo, para que su bella amada,
que entregándole su pureza, ve pura,
se pierda en medio de la nada
derramando su dulzura.
José Enrique Oti García.




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