Cupido y su nido - Fabula
Anita, una periquita muy bonita en el bosque cantaba y el anochecer alegraba
El mirlo Amador,
un mirlo encantador, su plumaje adoraba y le hablaba de amor.
-¿Cómo se puede ser tan desgraciado por estar de una periquita enamorado?
Anita era bonita y leída, más era una creída.
-No se hizo la miel para la boca del oso, apestoso.
A lo lejos, un mirlo hembra, a los dos miraba y un triste canto a la luna cantaba:
-Cuentas tus penas a la odiosa caprichosa, y yo más sola que la una, te tengo que escuchar, muriendo por amar.
-¿Quien es el ciego, señora, que no la encuentra seductora?
-Un ciego, que estaba cantando, un ciego que me está mirando.
Después de la Candelaria, había en una zarza un nido, era el nido
de la mirlo hembra y de cupido.
MORALEJA: Salir de la soledad, cuando no es buscada, puede depender de una palabra o de una mirada.
El mirlo Amador,
un mirlo encantador, su plumaje adoraba y le hablaba de amor.
-¿Cómo se puede ser tan desgraciado por estar de una periquita enamorado?
Anita era bonita y leída, más era una creída.
-No se hizo la miel para la boca del oso, apestoso.
-¿Quien es el ciego, señora, que no la encuentra seductora?
-Un ciego, que estaba cantando, un ciego que me está mirando.
Después de la Candelaria, había en una zarza un nido, era el nido
de la mirlo hembra y de cupido.
MORALEJA: Salir de la soledad, cuando no es buscada, puede depender de una palabra o de una mirada.
José Enrique Oti García.
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