Poema de trovador

Aroma a rosas y fresas
se esparce en la estancia
cuando tu me besas,
y con esa grata fragancia,
visito tus valles y dehesas. 

Pecador empedernido,
recorro tu talle encendido
buscando el dulce gemido,
que hace perder el sentido,
y bebo, bebo de cada latido.

Que en la intimidad, preciosa,
todo lo que llaman,  prohibido,
a una relación hace hermosa
y mientras sea tu consentido,
tú, serás mi reina, y mi diosa.

José Enrique Oti García.


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