Todos tenemos espinas clavadas
Todos tenemos espinas clavadas, pero mal llevadas, eses grandes disgustos que nos dio la vida, no valdrán más que para amargarnos en el día a día. Bien llevados, y buscando los "¿por qué?" serán grandes lecciones, que nos ayudarán, después de cicatrizar las heridas... Que la vida aprieta, amiga..., pero no estrangula.
José Enrique Oti García.
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