El pastor Amador - Cuento con moraleja
Estaba el lobo Jacobo, en la colina de la Encina, mirando cómo en la explanada de la Vaca Salada, apacentaba un rebaño de ovejas, con muchas jóvenes y muy pocas viejas.
Al mediodía, vio cómo el pastor Amador, se arrodillaba y rezaba.
Esperó, el bandido, a que Amador, tomase la siesta y se quedase dormido.
Se puso una piel de cordero, el muy puñetero. Lo despertó y así le habló:
-Soy un mensajero de Dios y vengo a enseñarte el camino mas recto hacia lo Divino.
-Dime, mensajero, el mensaje espero.
-El camino más recto hacia lo divino es tu odre vino. El que tienes para toda la semana debes beberlo esta tarde y beberlo con gana.
-¿Y veré a Dios?
-Lo veremos los dos.
El pastor Amador, el vino se bebió y la borrachera que agarró lo sumió en un profundo sueño.
El lobo Jacobo, de su rebaño era el dueño.
Cuando el Pastor Amador, despertó, las manos a la cabeza se echó. No había viva una sola oveja, ni joven ni vieja.
MORALEJA: Que no te tomen por iluso por tener una ilusión.
que hay muchos lobos con piel de cordero, y los lobos con piel de cordero, corderos, no son.
José Enrique Oti García.
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