Aunque a mil años quedase su primavera (rimas)

Aunque a mil años quedase su primavera,
aunque a mil años quedase su primera relación,
aunque a mil años quedase su vez primera,
aunque después de mil años llegara la traición,
no permita que la felicidad se vuelva quimera,
porque la dicha es cómo ese solitario gorrión
que en las ramas más tristes de la vida espera
para anidar en lo profundo del corazón.

José Enrique Oti García.





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