Parece que fue ayer (soneto, poesía)

Entre nubes de su aliento fragante 

volaba rumbo a la estrella polar

con las alas que me daba su mirar

iba ciego, borracho, delirante.


Un sensual gemido llegó refrescante,

como la brisa, dulce, crepuscular,

en sus luceros vi nacer un cantar

y paró el mundo por un instante.


Hallé la  esencia de la felicidad

estremeciéndose en su pureza,

esa pureza que nunca tendrá edad.


Nunca viera tan bella la belleza

Nunca viera tanta majestuosidad.

Nunca viera tanta delicadeza.

José Enrique Oti García.




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