Anoche

Anoche se cayó una preciosa estrella 

de un cielo maravillosamente estrellado,

era de todas las estrellas la mas bella

y su brillantez me iba a dejar cegado.


Fueron sus labios hacia el cielo, escaleras,

fueron sus senos como brillantes zafiros,

fueron hechas de fuego sus lindas caderas

fueron de loco perdido mis dulces suspiros.


Fue una noche de caricias pecaminosas,

de viajes al fondo del mar de los placeres,

donde son de miel las espinas de las rosas,

donde las diosas se conviertes en mujeres


Anoche me bañé bajo la luz de la luna 

en sus aguas, con una pasión desbordada,

esta mañana desperté más solo que la una,

abrazado a mi blanca y sudada almohada.


José Enrique Oti García.




 

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