Viejo loco (poesía)
Desaprendiendo lecciones
con su mano tocó la luna.
Estaba soñando, el viejo lo sabía,
mas bendijo su fortuna.
con su mano tocó la luna.
Estaba soñando, el viejo lo sabía,
mas bendijo su fortuna.
Ya no desgranaba sombras
en medio de la dehesa,
ahora desgranaba suspiros
de la más bella princesa.
Ya su mano no temblaba
al perderse en su cintura,
ya su boquita de fresa
lo llevaba a la locura.
Ya su aliento era caricia
en su piel aterciopelada,
el momento era irrepetible,
después de ella no habría nada.
en medio de la dehesa,
ahora desgranaba suspiros
de la más bella princesa.
Ya su mano no temblaba
al perderse en su cintura,
ya su boquita de fresa
lo llevaba a la locura.
Ya su aliento era caricia
en su piel aterciopelada,
el momento era irrepetible,
después de ella no habría nada.
El viejo loco estaba en el cielo.
y no quería de las Alturas bajar.
Era tan hermosa la paloma
que del sueño no quiso despertar
y no quería de las Alturas bajar.
Era tan hermosa la paloma
que del sueño no quiso despertar
José Enrique Oti García.
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