Capricho (poesía)
La sangre llegará a la ebullición
con el sube y baja de las mareas.
si tú eres reo y ella es rea
de una maravillosa melopea
que jamás pueda tener parangón.
Debéis ser dos almas llenas de pasión.
Dos enredaderas con su pelea
en la que el árbitro es la tea
que prende fuego a vuestra batea,
y la noche fuente de inspiración.
Ser dos ciegos en vuestro dulce malecón,
buscando cargamento de jalea
del navío que siempre merodea
cuando ve dispuesta la tripulación.
Él debe labriego con su azadón
que cava en su tierra de aldea,
hasta que te convierta en atea
al adorarte con tanta devoción.
Tú pantera fiera, mas de algodón,
que ronroneando cause apnea
al gatito que quiere ser tu león.
Ser dos tentaciones en una tentación
Ser dos aprendices en una capea.
Ser dos ilusiones en una ilusión.
José Enrique Oti García.
con el sube y baja de las mareas.
si tú eres reo y ella es rea
de una maravillosa melopea
que jamás pueda tener parangón.
Debéis ser dos almas llenas de pasión.
Dos enredaderas con su pelea
en la que el árbitro es la tea
que prende fuego a vuestra batea,
y la noche fuente de inspiración.
Ser dos ciegos en vuestro dulce malecón,
buscando cargamento de jalea
del navío que siempre merodea
cuando ve dispuesta la tripulación.
Él debe labriego con su azadón
que cava en su tierra de aldea,
hasta que te convierta en atea
al adorarte con tanta devoción.
Tú pantera fiera, mas de algodón,
que ronroneando cause apnea
al gatito que quiere ser tu león.
Ser dos tentaciones en una tentación
Ser dos aprendices en una capea.
Ser dos ilusiones en una ilusión.
José Enrique Oti García.
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