Podría decir y digo (poesía)
que no me atrae su beldad, señora
y luego mil veces me maldigo,
al confundirla con la aurora.
Podría decir, y digo,
que no seré cántaro en su fuente,
y luego mi veces me maldigo
por que es mi sueño más caliente.
Podría decir, y digo,
que sus labios no me llaman
y luego mil veces me maldigo
por que los míos los reclaman.
Podría decir, y digo,
que no me excita su sensualidad.
y luego mil veces me maldigo
al desearla en mi soledad.
José Enrique Oti García.
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