Al amar a una mujer
Al amar a una mujer,
debe volverse el caballero
en capitán de un velero
que el pudor haga perder.
Al amar a una mujer
hay que ser peregrino,
peregrino de un camino
que la haga enloquecer.
Al amar a una mujer
el alma se debe entregar
y así hacerla olvidar
lo que pudo sentir ayer.
Al amar a una mujer,
deben ser cómo terciopelo
los besos que la lleven al cielo
cuando comience a fallecer.
José Enrique Oti García.
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