Amor de ciegos

Amor de ciegos
que no queríamos ver
más que la dulzura
de nuestro querer.

Benditos aquellos besos
que al atardecer
a los verderones
hicieron enmudecer.

Benditas aquellas caricias
que robaban la calma
que hacían estremecer,
que salían del alma.

Amor de ciegos
que no queríamos ver,
Amor de ciegos,
amor, de dulce amanecer.

José Enrique Oti García.







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