Capricho (versos)

 Hasta su mirada es engañosa.

Gardenia presumida y graciosa,
esclava de espejos y pintura,
a poderes misteriosos conjura
para conservar su gran hermosura,
para ser gacela maravillosa.

Hasta su mirada es engañosa,
desprende una fragante ternura
intentando tornar en dulzura
la triste y penosa amargura
de un pensamiento o una rosa.

Promiscua cómo la mar, caprichosa,
sufre al tener una aventura
con la imaginativa criatura
que busca experiencia novedosa.

En balada de suspiros, gozosa,
su hechizo de gitana perdura
mientras entre maldiciones madura
fruta verde nacida cariñosa.

Despierta la curiosidad morbosa
que esconde la mágica altura
donde se pierden halcón y babosa.

Le da asco su vida pecaminosa.
Cuatro criaturas son su única dulzura
en un país de miseria vergonzosa.

José Enrique Oti García..


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