Versos eróticos
Cuando imagino que se deja querer,
sus labios tiene la fragancia de la rosa,
el sutil tacto de una hermosa mariposa,
la belleza y el esplendor del amanecer.
Su desnudez se convierte en poesía.
Veo en sus maravillosas areolas
delicadas y fragantes amapolas
y sus peciolos me llenan de alegría.
Sueño que hago un camino sinuoso
desde su mentón hasta su ombligo,
y luego besando y acariciando sigo
hasta llegar al humedal más hermoso.
Caña con crema es su túnel del amor,
que saboreo como deliciosa ambrosía.
Y sueño que soy un dios por un día,
un dios que rinde a su diosa pleitesía.
Y cuando el volcán entra en erupción
y la lava sale abrasándome la boca,
¡que bello es ver como se vuelve loca
el sueño por el que siento devoción!
José Enrique Oti García.
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