Yo soy de aquellos tiempos del bocadillo de chocolate, del bocadillo de membrillo, del corre corre que te pillo. De la escuela que en invierno había goteras, de la escuela con piso con apolilladas maderas, de la escuela donde te tiraban de las orejas o te calentaban el culo si te ponías chulo. Yo era de dar los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches a las señoras y a los señores porque yo siempre respeté a los mayores. Yo jugué al escondite, a la goma, a la peonza, al corro, a la comba, a las canicas... Y jugué con los chicos y las chicas. Yo era feliz saltando en charcas por las que podían pasar barcas. Yo bebía agua corriente de la fuente y me aseaba en una bañera con agua escasa y con jabón hecho en casa. Yo me peleé, di, y me dieron los que pudieron. Yo soy de los tiempos de los besos robados que con una torta eran regresados. Yo hice miles de diabluras a la luz del día y a oscuras. Yo soy de los tiempos en que el aburrimiento no nos comía el coco, y llamarme loco, pero