Deja que sea como placentero gemido (poesía)

Deja que mis sedientos labios sean tentación

en el instinto animal que tienes dormido.

Deja que sea como placentero gemido

que encienda la dulce hoguera de la pasión.


Deja que los latidos de mi loco corazón

suenen a música celestial en tus oídos.

Deja que mis besos trastornen tus sentidos

Deja que convierta la noche en canción.


Deja que te ame como se debe amar, 

recorriendo valles, colinas y desfiladeros.

Deja que navegue como bucanero por tu mar.


Deja que sea tu guía. Tu luz estelar.

Deja que haga de ti lucero de luceros.

Deja que agonice, mujer, viéndote agonizar.


José Enrique Oti García.





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