De dos nubes nació una tormenta (poesía)
Llegaba el grato olor a menta
acariciando los labios mojados
por otros labios dulces, delicados,
y en sensual pelea entregados,
de dos nubes nació una tormenta
Suena ya una melodía lenta
hecha con abrazos apasionados,
y con arrumacos encadenados
deja los silencios empapados
con una intensidad que alienta.
La preciosa diosa está atenta
a sus movimientos descontrolados.
los corrige con sus muslos trenzados
hasta que no aguanta y revienta.
La marejada asoma violenta
y los navíos quedan encallados
en el maremagnum de los ahogados
donde lo delicioso se fomenta.
A veces bajo la luna le cuenta
que a su lado hay momentos pesados
en que su desgana lo atormenta.
Como yo, vida mía. ¿Te das cuenta?
A veces beso tus ojos cerrados
y tu indiferencia es hiel cruenta!
José Enrique Oti García.
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