La risueña ardilla Paquilla y la holgazana cuca Ana - Fábula

Vio la risueña ardilla Paquilla 





a la holgazana cuco Ana, sentada en el nido de la urraca Paca, y como era amiga de la urraca, le dijo a la bellaca:
-¿Qué haces condenada? ¡Y no me digas que no haces nada, veneno! ¿Estás poniendo tu huevo en nido ajeno?

Como ya había terminado de poner su huevo, la holgazana cuco Ana.



 se dio aires de señora.

-Le calenté los huevos a esos chalados que los dejaron abandonados.

La risueña ardilla Paquilla contó los huevos y vio que antes dos había y ahora uno más aparecía.




-Le diré a la urraca Paca que un huevo no es suyo. que un huevo es tuyo.
-No se lo puedes contar, ya que si lo haces el nido va a abandonar. 

La risueña ardilla Paquilla, se puso a cavilar y el secreto decidió guardar.

Los polluelos crecieron y Paco Calleja, que de Paca era pareja, vio que uno de los polluelos no fuera fecundado por él, y de su pico salieron palabras de hiel.






La mundial se montó y Calleja a Paca abandono.

La ardilla Paquilla a Paca acabó por confesar lo que en su día le  debió de contar.





-¡Y ahora me lo cuentas, mala amiga! Le dijo la urraca a la ardilla.

MORALEJA: No decir una verdad por no causar dolor, puede acarrear un sufrimiento mayor.

José Enrique Oti García.






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