Largar

   Si se larga mucho y mal del vecino,
        el vecino se acaba por enterar,
       y el fuego con que se quemaba
     a quien largaba acaba por quemar.
Así que, como la lengua tiene buena casa,
      quienes tengan dos dedos de frente,
           saben donde la deben guardar.

José Enrique Oti García.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Colibrí adulador (poesía)

Soneto en gallego (poesía)

El árbol caído