La deseo, señora

La deseo, señora
se lo digo a la madrugada,
a la brisa que trae las risas y las penas,
a las violetas, margaritas y azucenas,
a la luna bajo dulce noche estrellada.

La deseo.señora, 
cómo la luz a la madrugada
cómo el marino a las mágicas sirenas,
cómo el halcón a las elevadas almenas,
cómo el invierno desea a la  helada.

La deseo, señora, 
porque es un faro que ilumina,
por que es el más encantador fuego
y porque tiene encanto de peregrina.

La deseo,señora, 
por ese delicioso aroma a espliego,
a hierba mojada, a naranja mandarina,
La deseo, incluso si del deseo reniego.

José Enrique Oti García.

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