Es la eterna primavera



El suspiro, apagado,
el pestañear, lento,
del tierno enamorado 
es arte en movimiento,
arte a su miel entregado.

Y su mirada, perdida,
sensual, hipnotizante, 
tiene a la garza herida
Besos dulces, refrescantes,
le van quitando la vida.


Es la eterna primavera
de otoños reverdeciendo,
cada uno a su manera,
más ella lo va bendiciendo,
y él, bendice a su compañera.

José Enrique Oti García.










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