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Mostrando entradas de junio, 2014

Cuando no había maldad (poesía)

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     Cuando no había maldad, después de la mirada y el suspiro,    suspiro que rezumaba amor,     encontrábamos la felicidad     en un beso enternecedor.   Las manos, con tacto de seda,       acariciando el cabello,   hacían, lo dulce, crepuscular.       Era todo, tan, tan bello, que despiertos, aprendimos a soñar. José Enrique Oti García .

Moriré siendo un sentimental

       Moriré siendo un sentimental,  un romántico, alguien,  pobre, sencillo, normal, y aun a riesgo  de  caer mal,                  tengo que decir, que cuando,           en la noche llegamos juntos las estrellas,             más que nada en este mundo quiero,                  oír de sus labios, un te quiero. José Enrique Oti García.

No debemos olvidar de dónde venimos (rimas)

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En nuestra casa, cuando yo era niño,  había telas de araña, cómo en todas las casas de clase baja, era la morada que tenían en España los que no podían hacer  caja. Casa con sus inolvidables cuadras. con dos cerdos y una burra, donde los tábanos, en verano, daban a los animales la zurra.  Los gorriones en las paredes anidaban, pues las paredes, de piedra, con mas de una hiedra, no las recebaban. Tenía un suntuoso arcón, con el cerdo salado, que nunca daba llegado, y una artesa. El arcón, casi siempre vacío, y la artesa, se las tenía tiesas para tener dentro un trozo de pan. De piedra era la cocina, con el horno en una esquina, donde se cocía pan de maíz. Nunca comí una perdiz, pero en esa casa, fui feliz. José Enrique Oti García.

La persona buena

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                 La persona, buena, la que merece la pena,          la que respeta  a sus semejantes, aunque sean  arrogantes,  la que vive su vida, lamiéndose las heridas, sin clamar al cielo por                 tanto desvelo,  la que no juzga para no ser juzgada,  esa persona que sabe  mantener la calma, al tiempo que envejece su                              cuerpo,  rejuvenece su alma. José Enrique Oti García.

Castillos en el aire

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                     Hay quien hace castillos en el aire,                      hay quien hace castillos en la arena,                                           yo los haría,                                                            sobre tu piel. morena. José Enrique Oti García.

El éxito

        Alcanzar el éxito es cómo construir un palacio, en el que        los cimientos son de humildad, la s columnas de sufrimiento,          las  paredes de  paciencia, las  puertas y ventanas de  comprensión,                el  techo de  sabiduría,  y el tejado de agradecimiento. José Enrique Oti García.

Mi palabra favorita

Las palabras cortas son las más  hermosas. Cuatro letras tiene: "Amor". tres letras: "Paz", y dos mi palabra   favorita: "Tú". José Enrique Oti García.

Mágica balada (poesía)

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Cada sensual roce en su húmeda ensenada, una mujer enamorada debe sentirla balada. Mágica balada que la invite a bailar con tu aliento hasta verla agonizar. Verla agonizar entre caricias desnudas, que de tu amor se despejen las dudas. Hazla dichosa siendo gorrión y gavilán. águila y herrerillo, príncipe, y ganapán. José Enrique Oti García.

De la vida

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La vida es cómo una chiquilla traviesa, hay días que se esconde entre las hiedras con los bolsillos llenos de piedras. José Enrique Oti García.

Amor de ciegos

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Amor de ciegos que no queríamos ver más que la dulzura de nuestro querer. Benditos aquellos besos que al atardecer a los verderones hicieron enmudecer. Benditas aquellas caricias que robaban la calma que hacían estremecer, que salían del alma. Amor de ciegos que no queríamos ver, Amor de ciegos, amor, de dulce amanecer. José Enrique Oti García.

Cuatro versos

Las pipas se hicieron girasoles, los capullos, se hicieron mariposas, y tú, que eras una flor cohibida, te hiciste, la más bella de las rosas. José Enrique Oti García.

Desconfía y acertarás

De quien te  cambie un euro por cincuenta céntimos, desconfía, desconfía y acertarás, que en esta vida, si alguien dice que  da más  por menos,  es que está entregando menos por más. José Enrique Oti García.

Historias que no se pueden contar

Muchos somos los que  tenemos historias, historias que no se pueden contar, historias que al recordarlas,  nos hacen sonrojar,  y que por ser  como son,  no podemos, ni queremos olvidar. José Enrique Oti Garcia.

Como una vieja goleta

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La felicidad de una pareja es como un vieja goleta a la que los vientos del amor ayudan a navegar, y las olas de la envidia la quieren hacer naufragar. Tu llevas el timón, tu decides, que  estelas dejar, y por donde navegar. José Enrique Oti García.

Cada uno es como es

Soy viejo, romántico, sentimental, feo y informal, de los que lloran delante del televisor viendo un drama, de los que hacen un paraíso de una cama, sí, soy viejo, romántico, sentimental, feo y informal. y francamente, que me critiquen, me da igual. José Enrique Oti García.

Una catarata de recuerdos (poema)

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Una catarata de recuerdos cayó en mi mente adormilada, unos locos, otros cuerdos, vagaban en la madrugada. El primer amor, era fuente de agua, limpia, cris talina, el último, a mi lado, dormitaba, el último, el que se hizo rutina, era el primero y yo lo miraba, Una sonrisa voló como jilguero entre la penumbra embrujada, se me escapó un dulce "te quiero", pero ella, bella, no lo escuchaba. José Enrique Oti García.

A la vieja usanza

El correo electrónico mató a la carta, a la vieja carta de amor, que desnudaba el alma de los enamorados, que el celular no quite el calor que hay en un te quiero. Un te quiero se dice a la vieja usanza, entre besos y caricias, o a pleno pulmón, se grita"¡¡Te quiero!! Para que se entere el mundo entero, y si tienes mono de celular, siempre te queda la llamada perdida, eso sí, envuelta en un beso y cuando la llama esté encendida. José Enrique Oti García.

Eres tú, mujer (poesía)

Eres tú, mujer, flor delicada, bello atardecer, diosa soñada. De  tu aliento y de tu suspirar nació la brisa, la brisa del mar. Eres dulce sueño, verano, invierno, dueña del dueño, eres, lo más tierno. José Enrique Oti García.

El clavo

Si un día te clavaran un clavo en lo profundo de tu corazón  vendrá quien lo desenclave con el martillo de la ilusión, que en esta vida la clave no está en el clavo, está en el desenclavador. José Enrique Oti García.

Mándale un suspiro

Si vives suspirando por quien no sabe de tu suspirar, mándale un suspiro, y que pase, lo que tenga que pasar. José Enrique Oti García.

El laberinto del beso

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Me encontrarás, mujer, en el laberinto del beso, y tu talle hará estremecer este pecador confeso, porque me gusta besar cada diminuto recoveco. y cuando me toca pecar, peco, peco, peco y peco. José Enrique Oti García.

La selección española de fútbol

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Los que dicen que en  España se acabó el sueño, se equivocan. Nunca fue un sueño, fueron seis  años de realidades, dos copas de Europa y una copa del mundo, algo  que, consecutivamente,   ningún país europeo había logrado. Ahora  es cuando  comienza  el sueño, el sueño de volver a ser grandes. Gracias, por estos seis años, fenómenos. José Enrique Oti García.

Palabras mágicas

Esperanza, Fe y Caridad, son tres palabras mágicas. Esperanza.-Te alegra la vida ante las adversidades. Fe.-Quien tiene Fe en si mismo llega a lo más alto. Caridad.-Quien ayuda al necesitado esta en paz consigo mismo. Fe, Esperanza y Caridad, un buen camino hacia la Felicidad. José Enrique Oti García.

Pregunta a mis enemigos

Si quieres saber a ciencia cierta cómo soy, no  le  preguntes  a mis amigos, pregunta a mis enemigos, ellos te dirán todo lo contrario de  lo que soy. José Enrique Oti García.

No esperes a mañana

No esperes a mañana para desplegar tus alas. Comienza hoy a volar, que la vida  dura un suspiro y es precioso suspirar. José Enrique Oti García.

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Alguien me dijo que no debía engañar a mis lectores, "lectores", una palabra demasiado rimbombante para un pelagatos. Lectores, los tienen los escritores, y yo no soy escritor, aunque  me gustaría, los pensadores y yo no soy pensador, aunque me gustaría, los poetas, y yo no soy poeta, aunque me gustaría, lo que soy es una mente inquieta que escribe para compartir inquietudes con mis amigos y amigas, y me gusta, me gusta compartir mi sentir y mi pensamiento, y me gusta que compartas conmigo tu talento, que  compartir es dar y cuando me das algo de ti, algo se queda dentro de mí. José Enrique. José Enrique Oti García.

Perdido en medio de la nada

Si buscas amor, paz, felicidad, a Dios, un sueño imposible, amistad... Busques lo que busques, cuando te veas perdido en medio de la nada, estás en el buen camino para encontrarlo todo, pues de la nada al todo hay una estrecha cañada. José Enrique Oti García.

Humor

¿Sabes cómo dice "pañuelo", un japonés? -Sacamoco. José Enrique Oti García.

Al fanfarrón

No me cuentes tus aventuras amorosas que parece que estés contando lentejas, las que triunfaste, las cuentas, las que  fracasaste, las dejas. José Enrique Oti García.

Consejo

Al acabarse una historia sentimental, de la llama del amor. aún quedan brasas, brasas traicioneras . Hazlas  cenizas o no tendrás  más primavera. José Enrique Oti García.

En la línea del horizonte

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En la línea del horizonte, donde se juntan el cielo y el mar, ahí es donde duermen los sueños que os hacen soñar, cuando, entre  besos apasionados, tú eres su cielo y él, tu mar. José Enrique Oti García.

La mujer es como el buen vino

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La mujer es cómo el buen vino, desde que se hace mujer hasta las 40  años, coge cuerpo, de los 40 a los 50, coge buqué, y a los 60 ya es Gran Reserva. José Enrique Oti García.

Cuatro versos

Un beso es como un río que desemboca en la mar, en la mar de unos labios que se mueren por besar. José Enrique Oti García.

El paso

Del amor al odio hay un paso, que da quien puede, no quien quiere. José Enrique Oti García.

Una dulce mirada

Toda salida puede valer para entrar, toda entrada puede valer para salir y una dulce mirada todas las puertas puede abrir. José Enrique Oti García.

Perdona, cariño

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José Enrique Oti García.

Grandes

Grande es el hombre, que después de derrumbarse, comienza a levantarse  desde  sus ruinas, y más grande, la mujer que  lo vio caer, y le ayudó a levantarse. José Enrique Oti García.

Amores que se llevó el viento

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Todos tuvimos amores que se llevó el viento, amores que marcaron una etapa de nuestras vidas, amores que creíamos celestiales, en los que lo entregamos todo, y que, incluso, el mal que nos hicieron, con el  paso  del  tiempo, lo  vemos cómo algo bueno... ¿Cómo?  Cuando te ronden las sombra, ve a tu lugar favorito, échate, cierra los ojos y piensa en los momentos bellos vividos en  cada uno de ellos, y verás que él, o  ella, según  sea  el caso, forman  parte de las cosas buenas de tu vida. José Enrique Oti García.

El insulto para descalificar

La persona que utiliza el insulto para descalificar a un semejante se descalifica a si misma. José Enrique Oti García.

Mujer de secretos cercada (poesía)

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Quizás no seas la más hermosa, quizás tu talle no sea escultural, quizás no suspire por ti un Adonis, pero para alguien, serás especial. Tu sonrisa lo hará ver el cielo. tu mirada le tendrá enamorado, tu serás, su pan, su agua, su sal. y  él  será,  tu paraíso soñado. Abre tus puertas de par en par, porqué, mujer de secretos cercada, esta  vida es un viaje, y al viajar, lo mejor, siempre está por llegar. José Enrique Oti García.

La felicidad y la envidia

La felicidad es como un barco que nos trae todo lo bueno de esta vida, pero, desgraciadamente, también la envidia llega a puerto, por eso, si eres feliz, no lo vayas pregonando, que la vieja envidia duerme con un ojo abierto. José Enrique Oti García.

Cuatro versos

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Amar hasta morir con la pasión, morir con besos de miel colmados y resucitar en labios extasiados, así es como te ama este león. José Enrique Oti García.

Trabalenguas, dilo se un tirón, si te atreves

Lo fácil puede ser difícil y lo difícil, fácil, si la facilidad de lo fácil se hace difícil y la dificultad de  lo difícil, fácil. José Enrique Oti García.

Heridas

Así como no hay bajadas sin subidas, no hay personas que en su interior no lleven heridas. José Enrique Oti García.

Querer a una mujer

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  Querer a una mujer es querer a una estrella. Querer a una mujer es querer todo de ella. Quererla con sus risas, quererla con sus llantos, quererla con sus prisas, quererla con sus encantos. Quererla con sus mentiras, quererla con sus verdades, quererla con sus iras, quererla con sus vanidades. Quererla por ardiente, quererla por decidida, quererla por inocente, quererla por reprimida. Quererla en su frenesí, quererla en su su apatía, quererla parte de ti, quererla, noche y día. Querer a una mujer es querer una estrella. Querer a una mujer es querer todo de ella. José Enrique Oti García.

Amor y celos

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No concibo el amor sin celos, ni los celos sin amor, aunque si no existieran los celos, todo iría mejor. José Enrique Oti García.

Rumores

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Rumores, ecos destructores tiene la envidia. Rumores, falsos valores del desatino. Rumores, viejos tenores que desafinan. Rumores, sucios violadores de la realidad. Rumores, ecos destructores tiene la envidia. José Enrique Oti García.

Amar es vivir un sueño (poesía)

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En el amor, las cadenas están hechas de libertad, alumbran cómo luna llena el camino de la verdad, Amar es vivir un sueño dónde conseguimos volar, y el mundo se hace pequeño al  amar después de amar. Amor, mágico sentimiento, da vida, ilusión y felicidad, si lo vives, sólo un   momento, nunca olvidas su divinidad. José Enrique Oti García.

Los besos

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Quise que un beso me enseñara el camino a la gloria, por la noche, y el del infierno por la mañana, que otro beso me sacara del infierno, por la mañana y me llevara a la gloria por la noche, hasta que otro beso, dulce, tierno, hecho de suspiros, me dijo, que no había ni infierno ni gloria, que había, besos y besos. José Enrique Oti García.

El enemigo

Estudiando al enemigo no es más fácil derrotarlo, pero encuentras pistas para poder arrinconarlo. José Enrique Oti García.

¿Usted me habla ce su amo?

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¿Usted me habla de su amor? Usted, que llora desconsolada por el bello amor de un ruiseñor que se marchó una madrugada Señora,  su amor,  no era amor, ni él era ese maravilloso ruiseñor, era una mierda en un palo clavada cuento antes lo entienda, mejor. José Enrique Oti García.

La vida es como un chupa chups

La vida es cómo un chupa chups, cuando acabas de saborear lo dulce  te toca el palo, o sea, que después de lo bueno siempre viene lo malo. José Enrique Oti García.

El amor y el odio

El amor en demasía, debido a los celos, puede matar. El odio en demasía,  debido a su maldad, puede matar , mas si hay que morir, mejor amando que odiando José Enrique Oti García.

El miedo a mojarse

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La vida tiene sus días soleados y sus días de lluvia, si no vas a salir a la calle los días de lluvia, por miedo a mojarte, no podrá ver jamás,  un nuevo arco iris que ilumine tu vida. José Enrique Oti García.