Soneto a una muñequita morena (poesía)

Nada pasa, mujer, todo perdura

en el laberinto de la memoria,

y más si se ha conocido la gloria

de probar el sabor de la locura.


De la locura bañada en ternura

de una inolvidable historia, 

de amor, limpia y contradictoria,

como la demencia de la cordura.


Si vio su casa ente tus dos torreones

y un jardín florido, resplandeciente,

entre dos hermosos sauces llorones


no te extrañe que fuese un demente

que te amaba, como aman los leones,

con garra, pasión, con cuerpo y mente.


José Enrique Oti García.






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