Capricho - Cardo viejo (poesía)
Altivo está el roble de la ilusión
con bellos corazones entrelazados.
En sus ramas mil secretos guardados
le dan sombra a sueños apasionados
en medio de un arrollador ciclón.
Juega con su talle, con tacto de visón,
donde sus formas tienen tintes dorados,
la ve con los cabellos enmarañados,
con sus labios de carmín pintados,
la ve cómo alma de su devoción.
La ve rosa en campo de algodón
que entreabre sus pétalos rosados
para que sean virtualmente besados
hasta que despierta su admiración.
Es pícaro que roba cómo hampón
esos suspiros encendidos, acalorados,
esos momentos sublimes, sagrados,
que son agua fresca en su desazón.
Es cardo viejo, es un viejo ladrón.
Es el olvido entre los olvidados.
Es brisa marina que nunca será tifón.
¿Mas quien no huye de la vejación
que causa la vejez en desafortunados?
¿Quién no busca luz en oscuro callejón?
José Enrique Oti García.
con bellos corazones entrelazados.
En sus ramas mil secretos guardados
le dan sombra a sueños apasionados
en medio de un arrollador ciclón.
Juega con su talle, con tacto de visón,
donde sus formas tienen tintes dorados,
la ve con los cabellos enmarañados,
con sus labios de carmín pintados,
la ve cómo alma de su devoción.
La ve rosa en campo de algodón
que entreabre sus pétalos rosados
para que sean virtualmente besados
hasta que despierta su admiración.
Es pícaro que roba cómo hampón
esos suspiros encendidos, acalorados,
esos momentos sublimes, sagrados,
que son agua fresca en su desazón.
Es cardo viejo, es un viejo ladrón.
Es el olvido entre los olvidados.
Es brisa marina que nunca será tifón.
¿Mas quien no huye de la vejación
que causa la vejez en desafortunados?
¿Quién no busca luz en oscuro callejón?
José Enrique Oti García.
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