Soneto (poesía)

           Águila y gorrión

La hiedra me prendió por la cintura.

En mis labios sentí su aliento.
Era agua. Yo estaba sediento.
Se fue haciendo ave la criatura.

Catorce años buscaban ternura.
Trece años gozaban del momento.
Mis manos fueron de tiento en tiento.
El águila volaba con  donosura.

El gorrión perdió su ingenuidad.
Ya había salido de la caverna.
Sus besos se bañaran de humedad.

Hicimos de un sueño una realidad.
Mas el sexo a edad tan tierna,
acabó con dos amores de verdad.

José Enrique Oti García.

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