La princesa Alexa y el dragón Simón - Cuento - Obras inéditas

En Romalones, reino de los mil dragones,

reinaba el rey Amador,

apodado El Conquistador, por que de medio mundo era dueño y señor. 

Ocurrió que un día, mientras el rey en otras tierras se batía, moría, y el brujo Pirujo, por la sangre que el rey derramó de él se vengó.

A su hija, la princesita Alexa, raptó y al dragón Simón, se la regaló.

La reina María, 

que por su hija se desvivía, mando llamar al rey Lija,

que era el prometido de su hija, y al que protegía el dragón Bailón.

Mas el rey Lija, sabía que su dragón era un cagado, que a la buena vida se había acostumbrado, y él, por la princesa, no iba a arriesgar su piel.

Había en el reino un joven flacucho, muy debilucho, 

llamado Coronado, que de la princesa estaba enamorado, y que sin esperar recompensa, dos veces no se lo pensó y a rescatarla se marchó.

En el camino, se encontró con la hada Primada,

que por su valentía, a Coronado, un ejercito encantado, le dio, y en rey del reino de la valentía lo convirtió.

El dragón Simón, 

al verlos llegar, se echó a volar, y no iba a regresar.

 Poco después, el encantó se rompió, y la princesa, que estaba dormida, se despertó y a Coronado tal y como era lo vio.´

-¿Quién sois vos caballero?

-Un servidor, señora, un servidor que os adora.
Un pobre que por vos suspira, que os admira, mas que sabe que por su humilde condición jamás será vuestro campeón.

-La condición no la hace el dinero, caballero. Nada os prometo, mas a enamorarme os reto.

Y el retado la enamoró. Con ella se casó y una larga vida con ella vivió,

Y hasta aquí hemos llegado porque este cuento se ha acabado.

José Enrique Oti García.