Soneto (poesía)


Sobre el crepúsculo de la pasión
el deseo convertido en arrebato
nubla la vista con cada contacto
que va acercando a la eclosión.

Cada caricia es una bendición.
Cada beso lleva su bello boato.
Cada movimiento es tierno, grato.
Cada roce enciende más el fogón.

Y entonces pasa. Se llega al cielo
volando con las alas de un fervor
que va en aumento durante el vuelo.

Luego la calma. Los besos. El candor...
Para chico, chica...Abuela. Abuelo...
¡Qué hermoso es el sexo con amor!

José Enrique.

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