Me dices y me preguntas

     Me dices, que quieres, amigo,
            a una mujer buena,
    que se volvió dura, huraña,
porque se le quemaron las entrañas
   cuando casi se muere de pena
       Que es una mujer curtida
   en trescientas mil y una batalla, 
   con trescientas mil y una herida.
causadas por un miserables canalla.
  Una mujer que aprendió a sonreír
         cuando se cansó de llorar.
   Que escapa de ti cómo del fuego.
          Que se niega a escuchar
            tus palabras de apego
  Y luego me preguntas, amigo,
             si la debes olvidar.
            Y yo te digo, amigo.
   Por una mujer así, vale la pena vivir.
Por lograr su amor, vale la pena luchar.

José Enrique Oti García.




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