En España, en el año 1936. vivía Tomás, un conquistador, jugando con María, que quería tanto a Tomás, que por el se moría, pero no se lo daba a demostrar, o él, se podía aprovechar. La fatalidad quiso que estallara la guerra, la más perra de las perras, la de hermanos contra hermanos, la guerra civil, perra y vil. Tomás, que estaba haciendo el servicio militar, de ir a la guerra no se podía escapar. María, apenada, lloraba desconsolada pues sabía que Tomas, muy conquistador, muy burlador, pero era incapaz de matar para sobrevivir, y en la guerra el que no vale para matar vale para morir. Dos meses más tarde, la noticia le iba a llegar, a Tomás, lo acababan de matar. María se quería morir, sin Tomás no quería vivir. Su padre a la cama la tuvo que atar porque se quería suicidar. Llegó la noche y la cosa se iba a complicar, pues el piano, solo, comenzó a tocar. Y a Tomás se oía cantar, caminito, Tomás, parecía confesar que con María no hiciera más