Miscelánea de autodidacta

 

En mis tiempos la mujer odiaba al hombre mujeriego, jugador y bebedor, hoy en día, a la mujer le gusta lo mismo que le gustaba al hombre ayer. Cierto que no son la mayoría, pero le llega bien las que se dan esa alegría. José Enrique Oti García.

 

 

 

La mayoría de los seres humanos tenemos la piel muy fina, criticamos las cosas malas de los otros y nos ofendemos cuando los otros critican las cosas malas que tenemos nosotros. José Enrique Oti García.

 

Hay gente que vale tanto como el cero a la izquierda de un cero a la izquierda, hay gente que son una mierda, desgraciadamente en España nos gobierna esa gente. José Enrique Oti García.

 

A una mujer sin ganas de sexo si le haces bien las cosquillas, puedes estar seguro de que se le separan las rodillas.   José Enrique Oti García.

 

 

No existe una única verdad verdadera, cada verdad verdadera es única.

 

Yo, con toda mujer que se me insinuó he sido un purista, o sea, le metía el puro y a dejaba lista. José Enrique Oti García.

 

Cuando el diablo de los celos aparece en una relación amorosa bajan al infierno quienes habían estado en el reino de los cielos. José Enrique Oti García.

 

El gobernante que de su corrupción se aprovecha, esa misma corrupción del poder lo echa. José Enrique Oti García.

 

Quien mintiendo falta al respeto, a la dignidad y al decoro, más temprano que tarde lo pilla el tor o.   José Enrique Oti García.

Me gusta pensar que soy un hombre normal, eso no quiere decir que sea formal, porque al fin y al cabo, soy hombre, y los hombres las tenemos debajo del rabo. José Enrique Oti García.

  Al hacerle el amor a una mujer hay que exprimirla y volverla a exprimir, para que muriendo se sienta viva, y viviendo quiera volver a morir. José Enrique Oti García.

Los defectos en el cuerpo  de la gente son cosas de la mente y afecta a todos por igual, gordos y delgados, feos y guapos, altos y bajos... Todos van a ver, algo que tienen, y que no les gustaría tener. José Enrique Oti García.

Si lo que haces no es ético ni estético, aunque sea legal, no deja de ser algo antisocial, repulsivo, antinatural e inmoral. José Enrique Oti García.

La indiferencia es como una daga ardiente que se clava en las costillas de quien nos tiene debajo de un diente. José Enrique Oti García.

 

Quien busca bien acaba encontrando, pero lo más probable es que no encuentre lo que estaba buscando. José Enrique Oti García.

 

Come cuando tengas hambre, a veces date un capricho y come por placer, pero nunca comas por comer, si te digo eso es porque tengo una razón de peso.   José Enrique Oti García.

 

La esperanza no es lo último que se pierde cuando el hambre con rabia muerde, y así fue ayer y seguirá siendo, ahora y luego, mientras el mundo se haga el ciego. José Enrique Oti García.

 

Esa gente que se cree por encima del Bien y del Mal, esa gente sobrada que la prepotencia se le nota hasta cuando va caminando, tarde o temprano, acaba sobrando. José Enrique Oti García.