Pilarita, que era una jirafa muy viejita, se había caído y comenzó a llorar porque no se podía levantar. Pasó por su lado Monchito, un pequeño elefante, y la jirafita le dijo, al tunante: -Ayúdame a levantar, corazón, que me he caído al dar un resbalón. El inconsciente se rió a mandíbula batiente. Si había de darle la jirafa pena le hacía gracia la desgracia ajena, y después le dijo a la jirafita caída, de forma despectiva: -Tengo mejores cosas que hacer que ayudar a una vieja que no vale para ver. El gorila MacRila, que allí había llegado, y que era muy educado, levantando a la jirafita Pilarita, le dijo al elefantito Monchito: -No me extraña que salieras piraña. Siendo tu padre un maleducado y tu madre una maleducada, lo extraño. pequeño guasón, sería que tú tuvieras educación El padre de Monchito, el elefante Bramante, oyó lo que había dicho el gorila MacRila, y cómo la educación no sabía lo que era, pasó de ponerse fiera. Luego supo l