Mujer, u n paraíso hay en tu grácil boca, un paraíso demencial, que a la boca del hombre vuelve loca cuando la quieres besar. Mujer, una cárcel hay en tus caderas, una bella cárcel del cristal, en la que nacen las lindas primaveras bañadas en aroma de azahar. Mujer, mujer hecha de pedazos de cielo, de tierra, de aire, de fuego... Vuela alto, vuela tan alto que tu único anhelo sea, que nunca tengas que anhelar. José Enrique Oti García.