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Mostrando entradas de junio, 2015

Es mejor no empezar

                 En las cosas del amor. nunca enciendas  un fuego que no puedas apagar,          que para dejar las cosas a medias                 es mejor no empezar. José Enrique Oti García.

Mano amiga

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José Enrique Oti García.

Humor

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José Enrique Oti García.

Si pudiera

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Si pudiera cambiar mi pasado    cambiaría muchos puntos    y también muchos cómos,   pero lo que nunca cambiaría             es tu compañía,           pues  los ángeles,   los ángeles no se cambian,                  vida mía. José Enrique Oti García.

Si cometes un gran error

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José Enrique Oti García.

Si un día lloviese en tu vida

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José Enrique Oti García.

Cierro los ojos (poesía)

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Cierro los ojos. Veo tu pijama de piel. Viajo al bello mundo de la fantasía, donde tus besos tienen sabor a miel Donde tu tierna agonía es mi agonía. Donde yo soy  una hoguera y tú papel Y me encanta decirte: "Te quiero", mientras me pierdo entre tus caderas, para que tú me devuelvas el "te quiero" cundo tus manos sean enredaderas y tus ojos se iluminen cómo luceros. Y te imagino, radiante, bella. Te imagino amándome como nadie  me puede amar. Volviendo cada suspiro en un bello trino. Amándome hasta que me haces volar Haciendo de mí, tu devoto peregrino. José Enrique Oti García.

Caminar

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José Enrique Oti García.

Son nubes (poesía)

Son nubes, nubes, nubes en basto mar donde muere un río de miradas. guardianas de fantasías soñadas que de aflicciones están preñadas. Compañeras que se hartan de llorar. Son nubes, nubes, nubes del añorar cuando en el albor vienen cargadas con locas tormentas encaminadas a dejar alegrías enterradas, a ayudar al barco a naufragar. Son nubes, nubes, nubes que van guardar con los silencios de las madrugadas todas las miserias atesoradas en secretos que ni se pueden contar. Son nubes, nubes, nubes de malestar en tétricas soledades odiadas. Anidan cómo cobras ultrajadas en el vil laberinto de mi pesar. Son nubes, nubes, nubes que van regar viejas praderas que fuero n quemadas por las llamaradas de un desdeñar. Son nubes, nubes, nubes de mi palmar. Son nubes con tronadas despiadadas, mas si son nubes, se tendrán que disipar. José Enrique Oti García.

Miradas de amor

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José Enrique Oti García.

La cofradía de la a Virgen del Puño

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José Enrique Oti García.

La sabiduría

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José Enrique Oti García.

La persona que aparenta ser lo que no es

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La persona que aparenta ser lo que no es, tiene la cara lavada pero lleva sucios los pies. José Enrique  Oti García.

Coger

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José Enrique Oti García.

Hoy me gustaría (poesía)

Hoy me gustaría sellar sus labios con un beso celestial, señora, un beso que sea cómo luz de aurora boreal. Hoy me gustaría llevarla a un nuevo jardín del Edén, señora, jardín donde sea de la dicha cegadora, rehén. Hoy me gustaría recorrer con mis labios su delicada piel, señora. hasta que su talle rebose, encantadora miel. Hoy me gustaría amarla hasta que se sienta de las lindas, bella, señora, hasta que se vea de las más brillantes estrellas, estrella. José Enrique Oti García.

Cuando el amor por las venas fluye

Cuando el amor  por las venas fluye,  la persona, buenas cosas               construye.  Cuando el odio  por las venas fluye,   la persona,  a si misma se destruye. José Enrique Oti García.

Ángeles terrenales (poesía)

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José Enrique Oti García.

El amor es algo especial (poesía)

Podrá el infierno ser un lodazal o un día secarse el ancho mar. Podrá la Tierra dejar de girar. la desgracia no hacer a nadie llorar o el estío volverse invernal. Podrá no haber amor maternal, la luna y el sol dejar de girar o las flores dejar de germinar, antes que el amor se pueda acabar, si el amor lo volvemos inmortal A veces, siendo el gorrón, chacal. y  la gatita de dulce ronronear una fiera pantera en el palmar, una pantera, fresca, primaveral. Otras, atizando fuego virginal, con besos que llegue a acariciar el alma, hasta que el pestañear vuelva a refrescar el cañaveral. Mas siempre con la fidelidad puesta en un hermoso pedestal, hecho con comprensió n y humildad. Que el amor es algo muy especial, y quienes dan por echo su longevidad acaban por restregar el  lagrimal. José Enrique Oti García.

Amigas y amigos virtuales

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   Hay personas que jamás hemos visto,             que al leer o mirar sus cosas                        nos caen bien                      y nos hacen bien.           Son los  amigos y amigas, virtuales,                   de las redes sociales                conocidos desconocidos,      que, a veces, nos hacen olvidar las ortigas                y nos alegran los sentidos,           Esas amigas y amigos virtuales,                 en este mundo miserable,                   de falsedades y ruidos,                      son algo, impagable.  José Enrique Oti García.

Dar un paso atrás

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José Enrique Oti García.

Tú (poesía)

Tú, que amas a tu hombre, mujer, cómo se ama una  melodía. Que sabes hacer de la noche, día. Tú, que eres una hoguera al querer. Tú, que eres luna al  atardecer. Que eres en sus brazos  poesía y sabes que la dicha de tu agonía hace al mismo cielo estremecer. Tú, que puedes afrontar mil retos. Tú,  guardiana del éxtasis sagrado. Tu, tesorera de mil y un secretos. Tú, que eres semilla y sembrado. Tú, que quitas con sonrisas aprietos, eres lo mas grande que Dios ha creado. José Enrique Oti García.

Dos chistes de los que invento

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José Enrique Oti García.

Todas y todos soñamos despierto

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José Enrique Oti García,

El ojo de la aguja y el camello

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José Enrique Oti García.

Pájaros

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José Enrique Oti García.

La mirada de una mujer enamorada (poesía)

                  La mirada        de una mujer enamorada                   es tan bella    que tiene la luz de una estrella, la ternura del beso que deja huella,     y el encanto de la madrugada.                    La mirada        de una mujer enamorada                 es tan deliciosa que recuerda el aroma de una rosa. Tiene el colorido de una mariposa,     y la grandeza de una ensenada.                     La mirada        de una mujer enamorada,     primaveral, otoñal o invernal,              es tan especial     que parece estar dulcificada   con miel, de colmena celestial. José Enrique Oti García.

Piensa

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José Enrique Oti García.

La distancia es cadena de mares (poesía)

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La distancia es cadena de mares y quiero escrib ir mi agonía... Uvas tintas, vendimia. ¡Lejanía! Maíz desgranado. ¡Melancolía! Olor a sardinas asadas. ¡Cantares! Lejana mi tierra. Lejos sus lares. Ya está llamando la luz del día. y es otra vez una ave fría anidando en la monotonía. ¡Maldita este clima y sus pilares! ¡Bendita la sombra de los pomares! Fresco aroma a tojos sentía soñando que llovía y llovía y yo paseaba por los pinares. Con Galicia puesta en mis altares, todo mi cuerpo se estremecía con una niebla, que adolecía, por borrar todos aquellos pesares. La morriña me habló de lagares, de la gaita, muiñeira, romería, hórreo, carro de bueyes, pajares. Entonces oí unos soleares. No hablaban de mi preciosa ría. Alguien añoraba sus olivares. José Enrique Oti García.

La juventud

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José Enrique Oti García.

Hay cosas que se dicen sin pensar.

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José Enrique Oti García.