Son besos, besos que van causar acalorada fantasía en la que la ventura puede volar. Son besos, besos, besos que van a formar esplendorosa poesía para que a la Gloria se pueda llegar. Son besos, besos para disfrutar, al que le rendirán pleitesía las más hermosas aves del palomar. Son besos, besos, besos en un gran mar donde muere la noche fría para que nazca dicha crepuscular. Son besos, besos, besos que van crear maravillosa agonía en el delicioso mundo del gozar. Son besos, besos, besos que van atrapar la atrevida rebeldía para que dos naves puedan navegar. Son besos, besos, besos que van cantar una preciosa melodía hecha con la idea de cautivar. Son besos, besos, besos que van guardar secretos de la alegría que en loca pasión logra aflorar. Son besos, besos, besos que van hablar del verdor de la pradería que sólo la dicha puede encontrar. José Enrique Oti García.