Celos, siento celos por la mañana de los rayos de sol, enamorados, que trepan cómo caracoles dorados por las enredaderas hasta tu ventana. Celos, siento celos de la misma gana que tengo de besar tus labios rosados. cuando mis atributos, acalorados, se visten de pasión en la madrugada. Celos, tengo celos de tu caminar de gatita, de felina en celo, a la que gozo en mi febril soñar. A la que a besos llevo al cielo. Me celo hasta de ese burdo recelar de tu marido porque de él me celo. José Enrique Oti García.