Miscelánea de autodidacta

 

     ¿Quién no se perdió en una mirada? ¿Quién no disfrutó de un gran momento?    ¿Y quién  no cabalgó el frío viento    cuando su sueño se quedó en nada ?      ¿Quién no deseó ser su madrugada?   ¿Quién no fue de su cepa un sarmiento?       ¿Y quién no oyó su propio lamento            en la soledad más despiadada? Mas somos un pozo de sentimientos,     y de sentimientos almibarados  que al amor levanta monumentos.   Nacimos del amor enamorados y en el amor no hay razonamientos,  pues amamos aun sin ser amados. José Enrique Oti García.

 

 

Eran excusas la busca de setas, varas de san Juan, rosas, azafrán, o el fingido estudio del gavilán para entrar en su valle de tafetán, par entrar en su valle de violetas. Dos locos jugando a ser cometas, cometas dulces cómo el mazapán que se volvían en garza y faisán para hacer más potente el imán que atraía novedosas metas. Traviesas las escapadas secretas en las que el gorrión quiso ser alazán y se quedó en cariñoso gañán que admiraba floridas mesetas. Mas el sino los hizo marionetas colgando de hilos hechos de afán que el tiempo cómo voraz caimán devoró con ansias poco discretas. Efímero viaje  de dos corbetas porque en sus cascos hicieron grietas la maldad de paletos y paletas, Fue la castidad treta de las tretas para derrotar al amor, débil titán, y para más inri usaron caretas.  José Enrique Oti García.