En el Reino de la Esfera, donde siempre era primavera, vivía Sinforosa, la princesa caprichosa. Nada la llenaba. Todo lo despreciaba, y llamaba loco a quien le parecía mucho lo que a ella le parecía poco. La princesa que vivía rodeada de lujo, un día llamó loco al brujo Cartujo y el brujo la transformó en una labradora poco seductora. Sinforosa, apareció al final de una pradera, sentada en una roca. Le entró la llorera: -¿Qué voy a hacer para vivir? No tengo oficio. No podré subsistir. Del bosque salió un cazador, que la había escuchado, y le dijo, con voz recia de soldado: -Una mujer que no sabe hacer nada a mendigar está abocada. -¿Mendigar? Esta mañana era una princesa heredera. -Lo sé, morritos de fresa. Erais princesa, princesa caprichosa, Sinforosa. ¡¡Caprichosa y loca, una loca que me mandó callar la boca!! -¿Quién sois? No tenéis educación y rugís como un león. El cazador. de mala manera la miró, y después se transformó. -Soy el brujo Cartujo. Ahí os dej