Las decisiones
José Enrique Oti García.
Entradas
La mentira y la verdad
La mentira tiene muchos padrinos, la verdad un solo padre. José Enrique Oti García.
El primer amor (poesía)
Hoy quiero recordar la primaveral vida del gorrión. Escribiré del primer amor, aquel amor que fue todo ilusión. Iluminaban rayos de sol el bello jardín de la flores de los prados. Anidaban los besos como golondrinas en los labios rosados Las manos eran como sirenas enamoradas surcando la mar. Aquellas caricias, dulces, aterciopeladas, tenían sabor melar. Los abrazos invitaban a perderse en el albor de aquel fulgor. Un fulgor de ensueño, el fulgor irrepetible de un bello amor. El primer amor nos hizo sentir cigüeñas y ruiseñores. Bendito primer amor, amor de ensueño, amor de amores. José Enrique Oti García.
El camino
La vida es un camino con idas y con vueltas que nos da muchas sorpresas, por eso, algunas veces, cuando otros van, nosotros ya estamos de vuelta, y otras, cuando ya estamos muy viajados, y creemos que estamos de vuelta y media, no estamos ni de media vuelta. José Enrique Oti García.
Versos que durmieron muchos años
Si pudiera ser tu arcó iris de esperanza. lo sería. Si pudiera. Si pudiera hacerte un pijama de besos, te lo haría. Si pudiera hacerte un nido de caricias, te lo haría. Si pudiera hacerte el amor como un loco, te lo haría. Si pudiera. Si pudiera ser el ángel que te lleve a la gloria, le llevaría. Si pudiera llevarte al paraíso de los sueños. te llevaría. Si pudiera llevarte a donde tus instintos añoran, te llevaría. Si pudiera, Si pudiera, criatura que anidas en mi deseos, en mis brazos temblarías. Si pudiera. José Enrique Oti García.
Da siempre luz a la sombra
Da siempre luz a la sombra, nunca sombra a la claridad, que en la sombra está la mentira y en la claridad la verdad. José Enrique Oti García.
Buena vida
El hombre que de la mano de una buena mujer camina buena vida se le adivina. José Enrique Oti García.
Versos que durmieron cuarenta años
Dulces luceros en dulce mirar endulzó el aliento de cascadas. Sentimiento dulce en llamaradas que dejó dulces horas inflamadas me atrapó en un dulce caminar. Dulce fruta que quería madurar bajo el sol de las dulces miradas. Dulces montañas. Dulces ensenadas. Dulces praderas. Dulces hondonadas que dulces besos querían atrapar. Dulce ángel que aprendió a amar con sus dulces caderas sentenciadas a bailar dulce ritmo de baladas que la dulce noche pudiera tocar. Dulce despedida al agonizar en dulces maneras, desesperadas, cuando dulces fuerzas, ya agotadas querían el dulce talle abandonar. Dulce su grácil forma de abrazar al buscar dulces pasiones guardadas en lo profundo del dulce delirar. Dulce fue su bella forma de jugar. Dulces su frenéticas cabalgadas, y dulce, dulce, su forma de matar. José Enrique Oti García.
¿Por qué nos vuelve locos la mujer? (poesía)
Puede que sea por su esencia volcánica. Puede que sea por su boca de fresa. Puede que sea por su modo de amar, ya que a veces es paloma, otras tigresa y otras, al volverse juguetona, diablesa. Puede que veamos en su boca el Cielo y entre sus caderas una tierra maravillosa donde siembra con pasión el campesino para recoger una cosecha tan hermosa, que la mismísima luna la ve gloriosa. Puede ser por que al hacernos el amor nos lleva a un puerto, mágico, de grandeza, donde vemos a una princesa volverse diosa. O puede que sea, simplemente, por su beldad pues toda mujer es bella cuando ama de verdad. José Enrique Oti García.
Es una reina estelar
La mujer, es una reina celestial. Es flor de dulces tentaciones. Es como arco iris estival, Es torrente de bendiciones. La mujer, es una reina apasionada, que entrega cuerpo y alma al amar. Es el fuego de la llamarada. Es como fresca brisa del mar. La mujer, es una reina estelar. Es una reina, valiente, gloriosa, y como una reina debe se debe tratar, sea madre, hermana, novia o esposa. José Enrique Oti García.
Feliz día, mamá
Cosa de madre: -Mamá. ¿Qué hay de comer? -Comida. -...Pero si todos mis amigos lo hacen. -¿Y si tus amigos se tiran de un puente tú te tiras también? -Mamá dame dinero para ir al cine, -¿Te crees que soy un banco? -Cuando tengas casa harás lo que quieras, mientras vivas aquí harás lo que te manden. -Si te duele la herida es que está curando. -Abrígate que hace frío. -¡Te lo dije! -De puertas para dentro todo es fiesta, de puertas para dentro todo molesta. -Si no te las comes ls lentejas te las cenas y sino te las desayunas. -Te lo digo por tu bien. -Mamá. Tienes razón. pero... -¡No peros ni peras! José Enrique Oti García.