Bella, eres bella. Bella, despeinada. Tus cabellos hecho s una maraña. enredan sueños de la madrugada donde tu fantasía en gozo se baña. Bella, eres bella, recién duchada, cuando tu piel de colonia impregnada pide a gritos una mano granada, pide ser, dulcemente acariciada. Bella, eres bella, desnuda y vestida, sonriente y enojada, de pie y sentada. Eres como una afrodisíaca bebida, como una llama eterna, sagrada. Bella, eres bella como una melodía. Como la mañana, como el atardecer. Eres luz en la noche y faro de día. Bella, eres, simplemente, mujer, mujer. José Enrique Oti García.