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Mostrando entradas de febrero, 2014

Te haré soñar

Sé que no soy el hombre de tus sueños, pero soy un sueño de hombre, y si te dejas amar, te haré soñar. José Enrique Oti García.

Se que la vida te hizo una mala faena

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Se que  la vida te  hizo una mala faena, Quedaste malherida  llorando tu pena, La fatalidad es una hiena cruenta, pero tu aliento, que recuerda la menta, no estaba en ese seno  que se fue con el viento, ni tu risa, ni tu inteligencia, ni tu candor, que por un pétalo que  quiten a una margarita no deja de ser flor,  ni deja de ser bonita. José Enrique Oti García.

Después de una ruptura

Después de una ruptura,  tras las lágrimas. saladas,  amargas, que emanan de los  ojos cómo de una fuente de  dolor, hay una causa, un por  qué, si no se analiza, lo que  hicimos mal o lo que nos  hicieron, para intentar corregir  errores,volveremos a catear  esa difícil asignatura, que nos  enseña, cómo ser una sola persona, siendo dos. José Enrique Oti García.

Lo que sé

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José Enrique Oti García.

Humor

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José Enrique Oti García,

Volcán en erupción

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Una mujer puede ser cómo  un volcán en erupción,  en dos momentos, cuando está haciendo el amor  y cuando se entera del engaño de un cabrón.  José Enrique Oti García.

Las palabras del silencio

En la noche, cuando dos miradas se cruzan, dos miradas, con fuego, con deseo escondido, comienzan a cantar las palabras del silencio, y bailan el vals de las pasiones los corazones.  L os atavíos,  mientras van cayendo, lentamente,  en el que  será un nuevo jardín del Edén, forman parte de un paisaje, de besos, caricias y pasión sin freno y, a veces, cuando el amor llega tan alto que se pierde en el cielo, dos almas, juntas. vuelan en el mismo vuelo. José Enrique Oti García.

La vida es cómo una noria

La vida es como una noria,  hoy puedes estar arriba y  mañana cambia la historia  y puedes estar abajo.  Cuida de quien depende de ti,  sea en tu casa o en el trabajo,  que cuando un árbol gordo cae hace  un ruido de carajo. José Enrique Oti García.

Verde (poema)

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Verdes sus ojos en verde mirar de garza real, enverdeció alientos de cascadas, dulce manantial. Sentimiento verde en llamaradas, calor estival, la atrapaba en verde caminar cómo vendaval. Verde fruto que quería madurar, verde cereal. bajo el sol de verdes miradas, calor natural. Verdes rincones en verdes vaguadas, aroma primaveral que en verdes besos iba guardar magia ancestral. Verdes movimientos en su cabalgar, en sueño real iba conjugando el verbo amar, tiempo virginal. Verdes estremecimientos al volar, gozo brutal, juntó dos ríos en el mismo mar, un mar de coral. Verde estaba en la aventura, aventura carnal, inolvidable senda recorrida, senda celestial. José Enrique Oti García.

La sabiduría del abuelo

El nieto, rico y inseguro  le preguntó  al abuelo, pobre y feliz: - Abuelo, No sé ni quien soy, ni de  dónde  vengo, ni a donde iría si perdiera  todos mis  bienes. Y el abuelo le respondió: -Si perdieras todos tus bienes deberías  acudir  a tu familia y a tus amigo . Así sabrías  de dónde  vienes,  hacia donde vas y a quien  tienes. José Enrique Oti Garcia.

Los sueños y la realidad

Todos nuestros sueños están en manos del destino. Muchas veces nos abofetea la realidad pero el día que uno solo de  nuestros sueños se cumple, nos damos cuenta  de que valió  la pena soñar. José Enrique Oti García.

La crisálida

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Eres, noche, esa bendita crisálida que dará vida a una nueva mariposa con sus alas impregnadas en  sueños e ilusiones. Eres noche esa bendita crisálida en la que duermen las tentaciones.  José Enrique Oti García.

Sembrar

 "Un día un santurrón le dijo a un amigo mío: "Si siembras la caridad entre los pobres, recogerás la recompensa más grande de todas, ver la cara de Nuestro Señor." Mi amigo le dijo al santurrón: "Yo ya sembré la caridad entre los pobres y ya recibí la mayor recompensa que podrá recibir, sus sonrisas. La cara de Nuestro Señor la vamos a ver todos." José Enrique Oti García..

Soñar no cuesta nada (poesía)

Si las musas me tomaran entre sus brazos cómo te toman a ti. Si las musas me susurraran palabras de amor cómo te susurran a ti  Si las musas me arrullaran con sus caricias cómo te arrullan a ti. Si las musas me hicieran volar sobre el mar cómo te hacen volar a ti. Si las musas, en noche de satén, me llevaran a ti, te tomaría entre mis brazos, te susurraría palabras de amor, te arrullaría con mis caricias, te haría volar sobre el mar, y tú, poetisa, tú, harías un poeta de mí. José Enrique Oti García.

La mala persona

Es más probable  que un ciego  vea luz en la oscuridad a que una mala persona vea  en su corazón, bondad. José Enrique Oti García.

Hombre y mujer (rimas)

Amiga, esposa, amante cariñosa y seductora, así desea el hombre que sea su  futura señora. Amigo, amante experto, atento, cariñoso, adulador, culto, observador, poeta, soñador, rico, guapo, alto, seductor, etc, etc, etc, etc, así desea la mujer  que sea su futuro señor. José Enrique Oti García.

Los exploradores

Cada mujer es un mundo maravilloso,  un mundo, virgen,  bello, sin explorar, un mundo hermoso.  Los hombres son exploradores, que. descubriendo ese mundo, unos, hallan la  felicidad, y otros, acaban perdidos por ir de seductores. José Enrique Oti García.

Refranes nuevos

1.-El que a un asesino da consejo pierde el tiempo y no llega a viejo. 2.-La guerra es una perra que abona la tierra. 3.-A buen jornalero, pan, vino y cordero. 4-La suerte que da la joroba del jorobado, él se la ha quedado. 5.-Quien mira en su interior encuentra de si mismo lo peor. 6.-La jovencita que busca a Dios en un religioso encuentra al diablo. José Enrique Oti García.

Hay poesía

Hay poesía bajo la arena donde se entierra la vanidad, hay poesía en la soledad si se espera a una alma buena. Hay poesía en una condena para el que busca la libertad, hay poesía en la soledad cuando la ternura se envenena. Hay poesía en una almena que el viento azota sin piedad, hay poesía en la sensualidad que va emanando la azucena. Hay poesía en la luna llena bajo su tenue manto de claridad, hay poesía, criatura, en tu beldad, hay poesía, en tu piel morena. José Enrique Oti García.

Casado con la muerte

El hombre, muy a su pesar, está casado con la muerte, pero de quien está enamorado es de su querida, la vida. José Enrique Oti García.

Los ojos de la noche

¡Ay, si pudieran hablar los ojos de la noche! ¡Qué bellas historias de amor contarían! Historias de amor en soledad. Historias de amor prohibido. Hablarían de pasiones, arrebatos. hablarían de ti, sí de ti, santita. Hablarían de ti, sí, de ti, bandido. Hablarían de mi, sí de mí, del peregrino. ¡Ay, si pudieran hablar los ojos de la noche! ¡Qué bellas historias de amor contarían! José Enrique Oti García.

Fuertes y débiles

Enamorarse es algo, hermoso, todo nos parece maravilloso. de repente alguien es infiel y el amor es, terrible, cruel. del engaño se pasa al desengaño,, del aprecio al desprecio, de las alegrías a las penas, , del fuego recorriendo las venas al hielo dibujado en la mirada. Los fuertes mantienen la calma, a los débiles, nos ruedan por la mejilla, pedacitos de alma. José Enrique Oti García.

Viejas rimas

Esta noche le pediré a la luna que te traiga en un sueño dorado para hacer contigo lo que hacen las olas con el acantilado, que me deje ser uno de sus rayos para besar tu talle entregado hasta que las estrellas iluminen tu rostro, por el gozo extasiado. Esta noche le pediré a la luna, ser tu eterno enamorado. José Enrique Oti García.

Los sentimientos

Los sentimientos por un amor que ves lejano como una estrella, son como palomas mensajeras, no las debes encerrar en el palomar o vas a acabar muriendo de pena. José Enrique Oti García.

Arriesgar

A un caballero  si le das alas te hará soñar, si se las das a un truhán te hará llorar, mas en esta vida  debes arriesgar que hay sueños que hacen llorar y  hay llantos que hacen soñar. José Enrique Oti García.

Chiste gráfico

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José Enrique Oti García.

Fantasía que aparecía al anochecer (poesía)

Podía ver el cielo azul estando nublado, nublado con fragantes nubes de su aliento, aliento que cubrió estrellado firmamento, firmamento desnudo de un talle sudado. Sudado entre el ferviente deseo desbordado, desbordad por un maravilloso contento, contento que saciaba la sed del sediento, sediento de  mil noches de gozo soñado. Soñado, antes, cuando la garza era cría, cría descubriendo las praderas del querer, querer revoloteando por la fantasía. Fantasía que aparecía al anochecer, anochecer que al día rendía pleitesía, pleitesía es lo que te rindo a ti, mujer. José Enrique Oti García.

Humor

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José Enrique Oti García.

Hay muchas clases de amor

Hay muchas clases de amor, a los abuelos a los padres a los hijos a los amigos  a los animales a tu compañero, a Dios... Malignidad, solamente una, y no respeta   ni a los abuelos. ni a los padres,  ni a los hijos. ni a los amigos, ni a los animales, ni a tu compañero ni a Dios... Destruye todo aquello que toca, y destruye, a ls que la tienen. José Enrique Oti García.

La cara de la enfermedad

Cuando le ves la cara a la enfermedad,  solamente hay una cara que te puede  consolar, la cara del amor. José Enrique Oti García.

No mal interpretar

¿Existe el amor a primera vista entre un hombre y una mujer? Sí ¿Existe el amor a primera vista entre unos ojos y una poesía, una lamina foto o pensamiento? Sí. ¿Existe un amor platónico entre gente que comparte? La respuesta sigue siendo, sí. José Enrique Oti García.

Un te quiero

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Muchas palabras de amor se llevó el viento,  pero  hay algún  "te quiero" que ni un huracán se lo llevaría de nuestra memoria. Aquel "te quiero", que pensamos que era sincero  y era un veneno. Y es que  hay, algún "te quiero"  tan venenoso,  que recordar su veneno, es recordar que nos llevó al infierno, pero, pasando antes, por la Gloria. José Enrique Oti García.

Un nuevo mundo

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Juntado el cariño de los cariñosos la ternura de los tiernos la delicadeza de los delicados la pasión de los apasionados y el amor de los enamorados, formarían  un nuevo mundo,  donde  la tristeza sería pecado. José Enrique Oti García.

En ese momento crucial

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En ese momento crucial  en que el amor se hace llama, el sentido común y  la curiosidad  se enfrentan,  el sentido común  se vuelve  curioso y la curiosidad,  deja de tener sentido común. José Enrique Oti García,

Fiel servidor

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El hombre debe ser servidor, fiel servidor de la mujer. ver en sus labios un jardín donde los besos sean rosas que comienzan a florecer. y hacerla tan dichosa, que  esté siempre en su mirada cuando las ansias de ser amada recorran todo su ser. José Enrique Oti García.

La crítica

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Una crítica que describe a un semejante cómo un animal despiadado describe al que hace la crítica y no al que es criticado. José Enrique Oti García.

El tiempo, ese enemigo invisible

El físico,  la belleza, la amistad,  el tiempo, ese enemigo invisible ,   las va deteriorando,  pero lo que jamás  podrá deteriorar,  es la bondad,  quien  nace bondadoso,  muere bondadoso. José Enrique Oti García.

Enamorarse y que se enamoren de ti

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Enamorarse y que se enamoren de ti,  es hermoso, muy hermoso y  los momentos de felicidad, bellos, inolvidables, grandiosos, y si, desgraciadamente,  llega el adiós,  debía ser, un adiós de sabios, un adiós con una  lágrima en la mejilla  y una sonrisa  en  los labios. José Enrique Oti García.

El orgullo

El orgullo es como el vino,  en su justa medida , es bueno,  en grandes dosis es dañino. José Enrique Oti García.

Tender puentes

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Si tiendes puentes van a entrar en tu vida amigos y enemigos, si no los tiendes, por miedo a hacer enemigos, tarde o temprano entrarán en tu vida los fantasmas de la soledad, y te dirán, que tu peor enemigo,  fuiste tú mismo.

Su boca es la tentación

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Su boca es la tentación,  sus senos el Paraíso,  su ombligo el centro de todo universo, y  su esencia, s u esencia  es la dulce locura  donde muere la prudencia. José Enrique  Oti García.

En tu mirada, mujer enamorada (poesía)

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El frescor de la hierba mojada, el dulce canto del ruiseñor al trinar, en tu mirada, mujer enamorada. La pradera de alegrías sembrada, los naranjos cubiertos de azahar, en tu mirada, mujer enamorada. Las mariposas en la hondonada, las palomas jugando en el palmar, en tu mirada, mujer enamorada. la noche de estrellas poblada, las floridas zarzamoras del pinar, en tu mirada, mujer enamorada. En tu mirada quiso Dios reflejar,  dulzura de miel, grandeza de mar, en tu mirada, mujer enamorada. José Enrique Oti García.

El primer amor

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El primer amor, ese amor imposible, que veías lejos, muy lejos, en los confines del universo, si lo conseguiste atrapar jamás lo podrás olvidar, porque es un recuerdo que te hizo, te hace, y te hará soñar. José Enrique Oti García.

Las curvas

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Si la vida fuese un largo camino, los momento de bonanza serían las curvas que en momentos de felicidad no vimos venir, y eso no es lo peor, lo peor es que al llegar de nuevo os momentos  de bonanza nos olvidamos de que tarde o temprano vendrán las curvas. José Enrique Oti García.

El oven y la doncella

Un joven en toda su pubertad no llega a saber que quiere de él una doncella, la doncella en dos segundos sabe que quiere el joven de ella. José Enrique Oti García.

Envidio y desprecio

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Envidio a todas esas personas  que tienen tanta fe que ponen  a Dios sobre todas las cosas.  Desprecio a los que se ríen de  ellos  y les llaman ignorantes.  Pero más  desprecio a los que  aprovechándose  de la buena fe  de las personas,  les quitan lo poco  que tienen y, a veces, hasta la vida.  Por eso mi fe no es fuerte,  por  envidiar y  despreciar. Despreciar  y  envidiar no  es de  buena  persona,  pero no puedo  dejar  de hacerlo, viendo  como el hombre cuanto más puede influir en las personas más  las van manipulando.  ¿A que viene esto ahora?  A un vecino, que, por que la nueva religión de su esposa  se lo prohibía, no permitió que le  hicieran una transfusión de sangre, y se murió.  Y cuando su hijo la necesitó, le  hicieron la transfusión de sangre sin  perdida  de tiempo. ¿En qué parte de la  Biblia  dice que al padre, no y al hijo, sí?  Es  más ¿En que parte de la Biblia dice que  no se pueden  hacer transfusiones de sangre?  Lo dicho, envidio y desprecio.  ¡Dios mío,  có

El sentido de la vida

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Alguien me preguntó queda sentido a mi vida. A mi vida le da sentido desde los trinos de las aves hasta el amor por mi esposa y por mis cuatro hijos, pasando por la sonrisa de mis nietos, pasando or la amistad, ver como la lluvia besa los cristales de una ventana, como la la luna ilumina los prados, como sale y como se mete el sol, a mi vida le da sentido... Vivir. José Enrique Oti García.

El hombre es como un verderón

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El hombre es como un verderón que va volando de rama en rama buscando su soñada calandria. Unos la encuentran y hacen su nido, otros se pasan la vida buscando la calandria y no se dan cuenta que hay aves más hermosas sin tan bello cante. José Enrique Oti García. .

Una puerta abierta

Si sufres la amargura de un adiós, deja siempre una puerta abierta. No sabes que te puede traer el viento, pero si cierras todas las puertas estarás en tu propio convento. José Enrique Oti García.

Todos hemos mentido

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Hay quien habla más que miente, hay quien miente más que habla. Alguna vez todos hemos mentido, y quien diga que nunca mintió, miente. José Enrique Oti García.

El necio y el sabio

Necio es el que cree saber de donde viene, necio es el que cree saber a donde va, sabio es el que no sabe de donde viene ni a donde va, pero sabe a donde quiere ir. José Enrique Oti García.