¡Qué triste es que ruegues un te quiero! (soneto, poesía)
Gorrión que en tus plazas fuiste torero
y que hoy es como frágil cristal,
que es vieja brisa y fue temporal.
¡Qué triste es que ruegues un te quiero.
Fuiste de todas las natas heladero
hasta que se hizo hiel el carnaval.
Roble al que la oruga dejó fatal.
¡Qué triste es que ruegues un te quiero!
Barro moldeado con gran esmero
en el bello jardín de las delicias.
¡Qué triste es que ruegues un te quiero.
Tú que fuiste maestro de novicias.
¡Qué triste es que ruegues un te quiero
cuando te son negadas las caricias!
José Enrique Oti García.

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