El origen del tocinillo de cielo
En el año 1324, Clarisa, una monja del Convento de Espíritu Santo de Jerez de la Frontera, que muy amiga de los animales era, se le ocurrió contar un cuento muy salado que ella misma se había inventado.
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Y así lo contó:
En tiempos ancestrales cuando aún hablaban los animales, a un cerdito llamado Jorgito, que vivía en una casita pequeñita, su mamá se le había ido al cielo, o eso pensaba él, ya que una abeja llamada Colleja, le dijo mientras hacía miel:
-Los animales no vamos al cielo, lelo.
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-Mi mamá en el cielo está.
La abeja, que era algo rara, se rio en su cara.
-Sí, y yo soy la reina Mariví.
Al cerdito Jorgito la abeja Colleja no lo iba a convencer de lo contrario qu él quería creer
-Me voy a echar a dormir y en sueños al cielo voy a ir.
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El cerdito Pepito se durmió y soñó que estaba en las puertas del celo y que a San Pedro le preguntaba después de chupar un caramelo:
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-¿Ha llegado mi mamá al cielo de los animales, señor de las barbas desiguales? ¿O es que para los animales no hay cielo y yo soy un lelo?
San Pedro, llamado por unos el Guardián y por otros el Portero, le respondió con mucho salero:
-Claro que al cielo vienen los animales, quien diga lo contrario en está en sus cabales. No eres un lelo, tocinillo de cielo. Y sí, tú mamá está aquí.
San Pedro, llamado por unos el Guardián y por otros el Portero, le respondió con mucho salero:
-Claro que al cielo vienen los animales, quien diga lo contrario en está en sus cabales. No eres un lelo, tocinillo de cielo. Y sí, tú mamá está aquí.
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El cerdito Jorgito se despertó y con lo alegre que estaba al cielo sonrió.
Cuando la monja llamada Clarisa el cuento acabó a las otras monjas risa les dio, mas no se la dio a la Sor Leonora, la madre superiora, que amante de los animales era, y a la vez una gran repostera.
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-Tenemos que hacer un postre para recordar siempre a "Tocinillo de Cielo", el cerdito que vio las puertas de nuestro anhelo.
Y esto fue la receta que inventó que de abuelas a nietas pasó.
12 yemas de huevos grandes de calidad.
500 gramos de azúcar blanquilla.
500 miligramos de agua.
5 cucharadas de azúcar granulado blanco y 4 cucharadas de agua para el caramelo.
Y esto fue la receta que inventó que de abuelas a nietas pasó.
12 yemas de huevos grandes de calidad.
500 gramos de azúcar blanquilla.
500 miligramos de agua.
5 cucharadas de azúcar granulado blanco y 4 cucharadas de agua para el caramelo.
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Dile a mamá que un día te lo haga, que cómo decía mi amigo Perico, está rico, rico, rico
Fin
Fin
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