El fuego iba quemado el papel (soneto - poesía)

 El fuego iba quemando el papel.

Por el horizonte dicha llegaba.

Mientras un talle ya se agitaba

el otro paladeaba la miel.


Un gemido nació como bello clavel.

Su cuerpo rítmicamente temblaba

y una corriente la transportaba

a un universo que erizó su piel.


Jugaban a ser locos peregrinos

que visitaban preciosos santuarios

para  hacerlos parte de su sino.


Serpentinas con dos destinatarios

se convirtieron en mágicos trinos

que unieron a dos contestatarios.

José Enrique Oti García.


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