Miscelánea de autodidacta

 

Te haría sentir bella amapola. Te haría sentir reina por un día. Te haría sentir luz de poesía. Te la haría venir como una ola. Jamás volverías a estar sola. No habria noches de monotonía. Te haría docenas de veces mía. Te la haría venir como una ola. Sería el blanco de mi pistola. Besaría tus pies, vientre y boca. Te la haría venir como una ola. Sería mi boca en tu boca, caracola. Acabarías gritado como una loca. Te la haría venir como una ola. José Enrique Oti García.

 

Una vieja y un viejo están cogiendo piñas en el monte , ella, agachada, mueve el culo delante de él y canta: -Unha vella e un vello van pra Albacete, van pra Albacete, no medio del camiño vai e lla mete, vai e lla mete. -É le dice: -Él le dice: -No me provoques que la meto. -Non me provoques que a meto. -Dale que no llevo bragas, -Dalle xa que no levo bragas. El viejo mete una mano en el bolsillo y canta: O vello mete unha man no peto e canta: La mano en el bolillo y saca un billete saca un billete. -A man no peto e saca un billete e saca un billete . La vieja se enfada. A nella se anoxa. -A ti te coso yo el bolsillo si no me la metes, si no me a metes. .¡A ti che coso eu o peto e a boca se non ma  metes, se non ma metes. José Enrique Oti García.

   

  José Enrique Oti García.

Deja que mis sedientos labios sean tentación en el instinto animal que tienes dormido. Deja que sea como placentero gemido que encienda la dulce hoguera de la pasión. Deja que los latidos de mi loco corazón suenen a música celestial en tus oídos. Deja que mis besos trastornen tus sentidos Deja que convierta la noche en canción. Deja que te ame como se debe amar,  recorriendo valles, colinas y desfiladeros. Deja que navegue como bucanero por tu mar. Deja que sea tu guía. Tu luz estelar. Deja que haga de ti lucero de luceros. Deja que agonice, mujer, viéndote agonizar. José Enrique Oti García.

                    Si usted me lo pidiera,         la llevaría al cielo y al infierno, señora,        al cielo de los  besos dulces, angelicales.      Al infierno de  besos que queman la aurora          boreal donde nacen los placeres carnales                      si usted me lo pidiera.                      Si usted me lo pidiera,       la elevaría a los altares de la pasión, señora,       y crucificaría sus ganas con clavos ardientes      hasta que la convirtiera en pantera devoradora      que clavara  en mi cuello sus afilados dientes,                       si usted me lo pidiera.           ...

Si hoy fuera ayer, preciosa dama. la raptaría como si fuese una sabina y luego la empotraría en una esquina hasta que su cuerpo me pidiese cama.   Si hoy fuera ayer, deliciosa mujer, rompería mi poderosa y recia cadena y metiéndole miles de besos en vena me encontraría un  nuevo amanecer.  Si hoy fuera ayer, deliciosa señora, con mis labios impregnados en veneno recorrería su sensual cuerpo moreno hasta que juntos viésemos la aurora. Si hoy fuese ayer, muñeca de cristal bebería tantas veces de su fuente, de agua milagrosa, de agua caliente, que secaría su maravilloso manantial. Si hoy fuese ayer, dulce y lindo ser, la amaría después de haberla amado, y la adoraría luego de haberla adorado, pero hoy no es ayer, ángel hecho mujer. José Enrique Oti García.